El segundo Claustro de la Iglesia se construyó en el siglo XVI y fue diseñado en base al movimiento renacentista por lo que se le conoce como “claustro renacentista”.
El claustro consta de amplios lados y planta cuadrada, aunque ligeramente irregular, se compone de dos cuerpos: el inferior con ocho arcos sobre columnas en cada panda y el superior con dieciséis arquillos de menor tamaño.